Me moría por él y busqué mil excusas para verlo, aunque fuera un segundo, aunque él jamás se diera cuenta. Me moría por él y me ganaban los nervios si me hablaba, yo quedaba muda, y tenia que agachar la mirada. Me moría por él y nunca supe lo que era besarlo. Me quede con las ganas de tomarle las manos y abrazarlo. Me moría por él, de contarle mis sueños y escucharlo, y reírnos por nada. Consolarlo en mi hombro si lloraba. Que tonta y que absurda me sentía al lado suyo, por no tener el valor y creer que si era posible acercarme y decirle que me moría por él y quería robarle el corazón. Me moría por él, por ser solo yo la dueña de su amor. Y no es posible explicar que no hice nada en todo el tiempo que pasó y aquí estoy frente a él. Falta sólo un día para su partida y aún sigo aquí, muriendo por él.
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